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Kristen Bell y Adam Brody protagonizan ‘Nadie quiere esto’, la comedia romántica que ha enamorado a los usuarios de Netflix.

De repente, Seth Cohen y Veronica Mars se hicieron mayores y se enamoraron en la fiesta de un amigo en común. Así, de la nada, dejamos de obsesionarnos con el ‘Hot Priest’ de Andrew Scott en Fleabag gracias al ‘Hot Rabbi’ de Adam Brody. Y, de la noche a la mañana, todo el mundo se enganchó a Nadie quiere esto.

Netflix ha estregado a sus usuarios la comedia romántica millennial definitiva, una serie adictiva, tremendamente adorable, entregada a la química entre Kristen Bell y Adam Brody, sus protagonistas. Es una ‘rom-com’ como las que triunfaban en los 90 y los 2000, pero reivindica una relación más sana, cambia toxicidades recurrentes por empatía y comunicación.

En cinco horas (la primera temporada se compone de 10 episodios de media hora), la serie que ya es número uno en el gigante del streaming nos adentra en el romance entre Joanne (Bell), una presentadora de pódcast agnóstica, y Noah (Brody), un rabino que acaba de romper con su ex.

La creadora Erin Foster ha desvelado que la historia de amor entre los protagonistas se basa en la suya propia. Este es el romance real detrás del amorío que ha enganchado a todos los usuarios de Netflix.