Más de treinta años después de ser condenados por el asesinato de sus padres en Beverly Hills, los hermanos Erik y Lyle Menéndez se encuentran en un momento crucial en su intento por recuperar la libertad.
Sin embargo, la reciente oposición del fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, Nathan Hochman, a su solicitud de un nuevo juicio podría complicar significativamente sus esfuerzos legales.
Según informó CNN, Hochman argumentó que las nuevas pruebas presentadas por los hermanos, que alegan haber sido víctimas de abuso sexual por parte de su padre, no justifican un acto de defensa propia.
Lo último en el caso de los hermanos Menéndez
El caso, que ha captado la atención pública durante décadas, se encuentra en una etapa crítica, ya que un juez deberá decidir si se concede o no un nuevo juicio. Aunque esta decisión es clave, la postura de Hochman representa un cambio significativo en comparación con la de su predecesor, George Gascón, quien había apoyado los intentos de los Menéndez por obtener una nueva oportunidad en los tribunales. Este cambio de liderazgo en la fiscalía podría ser un factor determinante en el desenlace del caso.
Los hermanos Menéndez, quienes cumplen cadenas perpetuas sin posibilidad de libertad condicional, han desplegado una estrategia legal multifacética desde 2023 para buscar su liberación.
Según detalló CNN, esta estrategia incluye la solicitud de clemencia dirigida al gobernador de California, Gavin Newsom: una petición para ajustar su sentencia y permitirles optar a la libertad condicional; y la solicitud de un nuevo juicio basada en pruebas que, según ellos, demuestran que fueron víctimas de abuso sexual por parte de su padre, José Menéndez.
Estas acciones legales se llevaron a cabo bajo la dirección de Gascón, quien, durante su mandato como fiscal de distrito, se mostró favorable a la revisión del caso. Gascón argumentó que el contexto social y cultural ha cambiado desde la condena de los hermanos en 1996, especialmente en lo que respecta a la comprensión del abuso sexual masculino.
Además, destacó los esfuerzos de rehabilitación de los hermanos durante su tiempo en prisión, así como el apoyo de casi todos los miembros de su familia, con una sola excepción.
Lo que sigue en la lucha de la libertad
Si bien el destino de Erik y Lyle es incierto, por ahora, han hablado sobre cómo será su vida si llegan a ser liberado.
Lyle Menéndez, durante una entrevista desde prisión para el podcast “Two Angry Men” de TMZ, explicó que la idea de esperanza por la libertad “es un concepto muy nuevo para ambos”.
Además, le dijeron al medio que mientras estuvieron presos en San Diego crearon varios programas de rehabilitación para la población carcelaria, como grupos de meditación y procesamiento de traumas infantiles.
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