El ruso Yura Borísov, el primer actor de su país en ser candidato a un Óscar desde la caída de la Unión Soviética en 1991, es el casual protagonista del incipiente deshielo en las relaciones entre Rusia y Estados Unidos.
«Cuando estaba en la guardería quería ser astronauta, después arquitecto y más tarde periodista. Finalmente, entendí que no quería hacer nada, vivir mi vida y viajar mucho. Creo que actuar no es un trabajo. Sigo sintiendo que no hago nada con mi vida», comentó a la prensa estadounidense en vísperas de las ceremonia
Borísov, de 32 años, opta al galardón al mejor actor de reparto por ‘Anora’ frente a Keiran Culkin (‘A Real Pain’), Edward Norton (‘Un completo desconocido’), Guy Pearce (‘The Brutalist’) y Jeremy Strong (‘El aprendiz. La historia de Trump’).
En un primer momento, la nominación causó confusión en el Kremlin, que lleva tres años de guerra promoviendo la idea de que Occidente quiere cancelar la cultura rusa, más aún cuando el actor ha participado en películas patrióticas en el pasado.
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