«Hay propuestas realistas sobre la mesa. La clave es actuar con rapidez y eficacia», declaró el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, poco antes de su llegada a Arabia Saudí, país que acoge por segunda vez en menos de un mes conversaciones sobre el futuro de la guerra. Ucrania acude a la mesa de negociaciones bajo máxima presión después del giro diplomático de la Administración de Donald Trump, que, en su búsqueda, de dar un carpetazo rápido a los combates, se reunió directamente con Moscú sin contar con la presencia de Kiev ni países europeos. Desde entonces, Washington ha interrumpido el suministro de armamento y pausado algunos intercambios de Inteligencia con Ucrania, en un intento de presionar al país para que acepte negociar con Rusia bajo las condiciones impuestas por Estados Unidos.
Se espera que el equipo de Zelenski proponga un plan que ya esbozó el presidente ucraniano hace una semana, que contempla un alto el fuego parcial, con el cese de los ataques con drones y misiles, así como la suspensión de la actividad militar en el mar Negro. Esta tregua aérea y marítima permitiría poner fin a los ataques de larga distancia que han afectado el sistema energético y otras infraestructuras ucranianas, limitando las hostilidades a la línea de contexto en el frente. Kiev ve este paso el inicio de un camino hacia unas negociaciones de paz, según aseguró una fuente a la televisión pública ucraniana.
En Arabia Saudí, Zelenski se reunió con el príncipe heredero saudí,, Mohammed bin Salman, para preparar el encuentro del martes, en el que una delegación ucraniana se reunirá con la contraparte estadounidense en la ciudad costera de Yeda. Se espera que el jefe de la oficina presidencial de Zelenski, Andrey Yermak, encabece su equipo, junto con el ministro de Exteriores, Andréi Sibiga, y el de Defensa, Rustem Umérov. La parte estadounidense contará con el secretario de Estado, Marco Rubio, y el asesor de seguridad nacional, Mike Waltz, que participaron en el encuentro con la delegación rusa en Riad a mediados de febrero. También acudirá el enviado de la presidencia a Oriente Próximo, Steve Witkoff, tras su viaje a Qatar para mediar sobre el alto el fuego en Gaza. Rubio, que llegó a Yeda poco después que Zelenski, se reunió también con el príncipe heredero para tratar «intereses comunes en la región», según el Departamento de Estado estadounidense.
«Creo que la noción de la pausa en la ayuda (a Ucrania), en términos generales, es algo que espero que podamos resolver. Obviamente, lo que ocurra mañana será clave para eso», declaró Rubio a la prensa antes de aterrizar en Yeda. Durante el vuelo Rubio se mostró optimista sobre el encuentro con la parte ucraniana, aunque añadió que quedan cuestiones por resolver sobre el acuerdo de minerales.
«No se conseguirá un alto el fuego y el fin de esta guerra a menos que ambas partes hagan concesiones», dijo Rubio.
En una declaración de prensa el domingo, Trump volvió a lanzar mensajes contradictorios sobre su postura en Ucrania. Si bien declaró que espera buenos resultados de las conversaciones en Arabia Saudí y que su Administración «casi» ha levantado las restricciones a la inteligencia con Ucrania, atacó de nuevo a Zelenski. El líder republicano aseguró que el presidente ucraniano aceptó dinero de Washington durante la Administración de Joe Biden como si fuera «caramelos de un bebé» y repitió su afirmación de que Kiev no estaba «agradecido». «Bueno, puede que no sobreviva [Zelenski] de todos modos» a pesar del apoyo estadounidense, señaló en una entrevista con Fox News. De nuevo, Trump insistió en el acuerdo de minerales con Ucrania como camino para poner fin a la guerra. «Quiero que quieran la paz», aseguró.
Por su parte, Elon Musk aseguró que su sistema de satélites Starlink es «la columna vertebral» del ejército ucraniano y que, si lo apagara, «la primera línea de combate colapsaría». Desde que Washington suspendió el intercambio de Inteligencia, Ucrania está negociando con cuatro operadores de satélite europeos, según informó el Financial Times. Sin embargo, reemplazar las terminales de satélite de una línea de frente de más de mil kilómetros puede llevar tiempo, asegura el periódico.
No está claro que la interrupción de la inteligencia satélite estadounidense haya tenido un impacto directo en el colapso del ejército ucraniano en la región rusa de Kursk, en el norte del país, aunque Moscú anunció recientemente su intención de aprovechar la suspensión de ayuda militar para «infringir máximo daño» sobre el terreno. El domingo, el ejército ucraniano aseguró haber repelido un ataque de un grupo de cien soldados rusos que recorrieron kilómetros de un gasoducto en desuso para llevar a cabo un asalto sorpresa. El ejército ucraniano repelió el ataque con fuego de artillería, según varios medios. «Las fuerzas especiales rusas están siendo detectadas, bloqueadas y destruidas. Las pérdidas enemigas en el área de Sudzha [Kursk] son muy grandes», señaló en un comunicado el Estado Mayor.
Este fin de semana, más de veinte personas han muerto en ataques aéreos rusos. El viernes, misiles balísticos afectaron un bloque de viviendas de cinco plantas en la región oriental de Donetsk, causando la muerte de once civiles
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