Belleza
¿Por qué no tengo el culo duro y redondo si hago muchas sentadillas?
En el entrenamiento hacia unos glúteos tonificados y elevados no basta con hacer sentadillas. Hay que hacerlas bien. Aquí los errores que podrías estar cometiendo.
Por Isabel Serra
Krissy Cela
Las redes sociales están llenas de explicaciones a grandes preguntas fitness como: “¿por qué no gano músculo?” o “¿por qué no veo mejoras?” Los gurús y expertos en la materia hablan de puntos clave para progresar y no estancarse como seguir una buena programación, comer pocas proteínas y calorías, excederse en el cardio o no esforzarse lo suficiente en el gimnasio. En los corrillos de chicas en el gimnasio, las preocupaciones no suelen rondar en si se nos marca o no el tríceps. Nuestras prioridades son, en general, otras y se focalizan en el tren inferior. En concreto, en la zona de los glúteos. En ese sentido, hay un lamento constante: “¿por qué no tengo el culo duro y redondo si hago muchas sentadillas?” La respuesta podría pasar por quitar del foco la cantidad de repeticiones que hacemos y centrarse, de una vez por todas, en la calidad de estas.
La entrenadora personal Almudena Llácer habla de sentadillas dominantes de glúteos y no de cuádriceps. “Es importante llevar el esfuerzo al músculo objetivo – los glúteos, en este caso – para que el entrenamiento sea eficiente”, explica. Esa falta de ‘efeciencia en la biomecánica’ del movimiento es la que impide que este sea efectivo y visible en nuestro cuerpo. Para ella, hay que poner el foco en la postura de las caderas, prestar atención a la alineación entre rodillas y tobillos y aprender que el entreno debe ser siempre dominante de glúteos. “Primero hay que hacer ejercicios de activación y luego entender cómo se hace bien la ejecución del ejercicio, qué estás trabajando en cada ejercicio y saber planificar el entreno”.
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