La economía de China mostró señales de desaceleración en abril debido al impacto de la guerra comercial del presidente Donald Trump, con ventas minoristas, inversiones y el sector inmobiliario presentando cifras más débiles de lo que habían pronosticado los economistas.

La producción industrial se ralentizó al entrar en vigor los aranceles extremadamente altos de Trump, de hasta un 145%, junto con represalias de hasta un 125% impuestas por Beijing, lo que redujo los envíos.

El portavoz de la Oficina Nacional de Estadísticas, Fu Linghui, indicó que la tendencia general era positiva, aunque señaló “impactos externos” cuya intensidad había aumentado.

“También debe señalarse que aún existen muchos factores externos inestables e inciertos, y que la base para la recuperación y mejora continua de la economía nacional necesita consolidarse aún más”, afirmó Fu.

A continuación, algunos indicadores clave reportados el lunes.