El precio del petróleo Brent ha experimentado un salto del 6%, alcanzando máximos de cuatro meses y rozando los 74 dólares el barril, luego de un ataque a Irán que ha desatado temores de una escalada bélica en la región. Este repunte significativo en los precios del crudo ha provocado una caída generalizada en los mercados bursátiles, afectando tanto a Wall Street como a las bolsas europeas.

La incertidumbre geopolítica generada por el bombardeo israelí a Irán está repercutiendo directamente en la estabilidad económica global. Este escenario, que eleva el costo de los combustibles, plantea un desafío adicional para la administración del presidente estadounidense Donald Trump, quien se encuentra en medio de una guerra comercial, enfrentando conflictividad interna y una caída en los mercados de valores. La promesa de Trump de un mundo sin guerras, propicio para los negocios y sin la necesidad de financiar costosas operaciones militares, se ve ahora cuestionada por los recientes acontecimientos en Medio Oriente.

Analistas sugieren que esta situación podría complicar la postura de la administración Trump, especialmente en un contexto donde la atención internacional también se mantiene sobre Venezuela, con actores clave como Chevron y Richard Grenell en el punto de mira. Asimismo, se especula sobre posibles divisiones dentro del movimiento MAGA (Make America Great Again), entre las facciones más belicistas (halcones) y las más pragmáticas, lo que podría tener implicaciones en la política exterior estadounidense.