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Maria Corina y Maduro, son ellos dos personajes, uno se viste de traje la otra se viste de lino…

Y aun no llegamos al final, pero podemos afirmar que en la recta final ambas candidaturas polarizadas políticamente, hicieron su mejor y gran esfuerzo, por cerrar sus campañas en compañía de sus seguidores

Que Dios le de fuerza, salud y vida a Edmundo.

Edmundo Gonzalez Urrutia, lo vimos cansado, agotado, sentado en una silla, pero alegre, sacando fuerza de donde no tiene, pero cumplió con su tarea, cerro su campaña. Hay que agregar, que la multitud se congregó en Las Mercedes y la gente que llegó a la concentración lo hizo a pie, no hay dudas, podría decirse que el 100% de los congregados era gente de Caracas.

El Gallo Pinto, mucha gente, gran concentración y muchos autobuses, venidos de toda Venezuela, una clara demostración del poder de convocatoria del oficialismo. 

Pero esto no es nuevo, en los últimos 25 años de vida política, Caracas ha sido mayoritariamente opositora, mientras que el llamado Madurismo-Chavismo, tuvo que apelar a decenas de miles de autobuses venidos desde los diferentes rincones de la geografía nacional, para acompañar también multitudinariamente al candidato a la reelección Nicolás Maduro. En este trabajo de nuestro editor Victor Manuel García Hidalgo, uno de los analistas político de mayor agudeza y profundo por el contenido que maneja en sus crónicas podemos observar ambas concentraciones de cierre de campaña en Caracas, la cuna del Libertador Simón Bolívar, el Padre de la Patria, tal vez el venezolano más olvidado durante la presente campaña electoral, si tomamos en cuenta su frase: » Si mi Muerte contribuye a que se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro «.  Al buen entendedor pocas palabras.

Mientras tanto tendremos que seguir con «Maria Corina y Maduro, son ellos dos personajes, uno se viste de traje y otra se viste de hilo»….

La misma Maria Corina, lo dice: qué noche, Caracas.  Volvimos al pueblo llano caraqueño, ese que viene a pie desde de Petare, junto a la sifrina Encarnación, que salió a caminar desde el Country Club, con su cabello retocado de peluqueria y su bandana Tricolor que siempre la acompaña en estas ocasiones. Algo novedoso, la catira Encarnación, esta vez dejó a su perrito «Firulai» en casa. Lo dejo vestido y alborotado.

  • «Yo puedo contribuir mandando a hacer 500 raciones de arroz con pollo, pero no cuenten conmigo para eso de cuidar votos, hasta el final. Eso es plebeyo», concluyó diciendo la encopetada vecina del Country Club».

«No Maria Cori, eso de hasta el final, no va conmigo», sentencia Encarnación.

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