El número de los heridos en el derrumbe este domingo de un puente ferroviario en la región rusa de Briansk, en la frontera con Ucrania, aumentó a 104 personas, informaron hoy las autoridades locales.
«En total, tenemos 104 heridos. Siete muertos y 104 heridos, tres de ellos en estado grave», informó el gobernador de Briansk, Alexandr Bogomaz, citado por la agencia rusa TASS.
Bogomaz, quien el domingo declaró tres días de luto por las víctimas del suceso, denunció previamente la voladura del puente sin mencionar a posibles responsables.
Sin embargo, el senador ruso Andréi Klishás, estrecho colaborador del Kremlin, acusó directamente a Ucrania de estar detrás del suceso.
«La voladura del puente y el accidente del tren de pasajeros en Briansk hablan de que Ucrania está dirigida por una organización terrorista», dijo Klishás en su canal de Telegram.
Añadió que «hace mucho que Ucrania perdió los rasgos de un Estado y se ha convertido en un enclave terrorista, sin fronteras, sin órganos legítimos y sin ley».
Según las autoridades rusas, la construcción de un nuevo puente en el lugar de la infraestructura destruida tardará unos cuatro meses.
Actualmente, 64 heridos, incluidos tres niños, siguen en los hospitales de Briansk y Moscú.
Además de Briansk, un segundo puente se desplomó el domingo en la vecina región de Kursk al paso de un tren de mercancías, sin que se produjeron víctimas mortales.
Según informó ayer Exteriores ruso, el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, expresó sus condolencias por las muertes en el derrumbe de Briansk en una conversación telefónica con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov.
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