La adicción a la tecnología, referida al uso constante de los dispositivos electrónicos, se ha convertido en una nueva enfermedad mental que afecta a grandes y chicos, por lo cual es necesario dosificar su uso, especialmente en los niños, ya que a través de internet se puede acceder a mucha información que no es apta para ellos.
Al celebrarse hoy 10 de octubre el Día Mundial de la Salud Mental, Tovar reiteró que dichas afectaciones mentales pueden ser padecidas por cualquier persona, tal como sucede con otras enfermedades. Agregó que las mismas deben ser atendidas por especialistas, quienes están en capacidad de ofrecer terapias o medicamentos para su curación o debido control.
Señaló que todas las enfermedades mentales han sido estigmatizadas en la sociedad y que en ocasiones resulta complicado tanto para el paciente como para la familia aceptar esa realidad y buscar la ayuda de médicos calificados.
Acotó que esta situación viene muy relacionada con la educación y valores, tanto del enfermo como de sus familiares, por lo que en el psiquiátrico se atiende a los pacientes y se realiza el abordaje del núcleo familiar, con el fin de garantizar que la persona que padece determinada enfermedad pueda contar con el debido apoyo en casa.
Hay dos poblaciones que pueden ser especialmente vulnerables a adicciones a las tecnologías. “El primer grupo son los niños, ya que muchos padres y representantes piensan que comprando los mejores dispositivos y cubriendo la necesidad de acceso a internet de sus hijos o representados los mantienen tranquilos, pero no toman en cuenta que no están bajo supervisión de los espacios que visitan y estos no tienen la madurez necesaria para procesar los mensajes que reciben”.
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