Crónicas mínimas

Akaatompo: Fiesta de los Muertos

Ayer los shippiyu de la comunidad indígena de Kashaama celebraron el rito ancestral del Akaatompo. El Akaatompo o fiesta de los muertos se celebra en los pueblos aborígenes caribes desde hace varios siglos y comienza el 1° de noviembre de cada año, en lo que para nosotros los pueblos criollos es el Día de todos los Santos

Es decir que el día de ayer los niños kari’ña de la Comunidad Indígena de Kashaama (la más grande de Venezuela) estuvieron recorriendo las casas de su comunidad y se hicieron presentes en las casas donde falleció un niño en el último año, y/o en los años anteriores, y allí personificaron al o a los infantes muertos. Este ritual lo hacen con cantos de mare mare y las familias los reciben con bastimento para el viaje que luego emprenderá el pequeño difunto en su regreso a la vida celestial. En la casa se produce un ritual en el cual encienden una vela para orar por la paz del niño o los niños difuntos de la familia que visitan los shippiyu. Los visitantes son recibidos con comidas, bebidas típicas y bastimento como caña de azúcar, auyama, cambures, casabe, etc.

La responsabilidad de la continuidad de está tradición que forma parte de la cultura kari’ña, recae principalmente en las familias kari’ña y actualmente forma parte de las actividades de la Unidad Educativa Bolivariana de la comunidad indígena de Kashaama, que desde 1978 por instrucciones del Ministerio de Educación, viene aplicando el Régimen de Educación Intercultural Bilingüe, creando la obligatoriedad de impartir la educación en el idioma kari’ña y en el idioma Castellano o español.

El día de hoy 2 de noviembre, que para nosotros es el Día de los Fieles Difuntos, los habitantes de las comunidades indígenas kari’ña celebran El Akaatompo o Fiesta de los Muertos, evento que comienza desde horas de la madrugada y se realiza durante todo el día y parte de la noche de hoy.
El Akaatompo es una fiesta en la que se celebra o se recuerdan la vida de los difuntos y se agrupan varios indígenas que van acompañando a los familiares de los difuntos con la música del mare mare, que habitualmente interpretan con guitarra, cuatro, mandolina, maracas, tambor y con vereekushi, con la particularidad que el cantante al llegar a la casa del difunto, asume el rol del fallecido y entra a la casa tal y como si fuera el propio muerto y hace las cosas que hacía en vida el hombre o mujer al que se le hace el homenaje.

Luego los músicos y el «difunto» son objeto de atenciones de la familia en agradecimiento por la visita que habrá de repetirse cada día del Akaatompo.
Allí se da un compartir con todos los acompañantes de la festividad de los muertos, reparten comidas tradicionales indígenas, les brindan la bebida kashire y licores diversos y para despedir al familiar que tiene que regresar a los planos espirituales, les preparan bastimento para el viaje y les entregan vituallas, casabe, yuca, plátano, frijol, caraotas y cambures.

Terminada la visita a esa casa van recorriendo la mayoría de viviendas donde se célebre el Akaatompo, lo que de por si es un evento que forma parte de la cultura ancestral de los indígenas kari’ña, descendientes directos de los aborígenes caribe.

Todavía tienen oportunidad de participar en la Fiesta de los Muertos o Akaatompo, en la Mesa de Guanipa, epicentro de una raza que no le teme a la muerte, pero la respeta.

✍🏻 Juan Manuel Muñoz Moriche
📚 Cronista Oficioso de Soledad
🥭 Mesa de Guanipa, 02/11/24