El incremento del uso de la inteligencia artificial (IA) generativa por parte de estudiantes en escuelas y universidades se está convirtiendo en un tema a considerar, ya que está siendo empleada para tomar atajos y hacer trampa.

Según un artículo de Axios, ahora los educadores deben adaptarse para poder detectar cuándo sus estudiantes hacen uso de la IA y evitar que sea utilizado en exceso.

El profesor de inglés en la Universidad de St. Peter en Jersey City, Nueva Jersey, Estados Unidos, Stephen Cicirelli, declaró que «tengo que ser profesor y detector de IA al mismo tiempo».

A través de su cuenta en la red social X, el profesor comentó el pasado 15 de mayo que una de sus estudiantes fue descubierta enviando un trabajo elaborado por IA. «Acabo de reprobar a una estudiante por entregar un trabajo de investigación escrito con IA, y me envió un correo electrónico, obviamente escrito con IA, disculpándose y preguntándome si podía hacer algo para mejorar su calificación. Estamos en una situación muy difícil, amigos», expresó.

Luego, Cicirelli cuestionó que en lugar de disculparse ella misma, la estudiante también recurriera a la IA para hacerlo. Su publicación fue respondida por usuarios que compartieron experiencias similares.

De acuerdo con una encuesta realizada en enero de 2023 a estudiantes universitarios, citada por el medio, casi el 90% afirmó haber usado ChatGPT en sus tareas apenas dos meses después de haber sido lanzado.

Autoridades académicas han mostrado su preocupación ante el impacto que puede provocar este tipo de uso de la IA generativa, pues alegan que reducirá la capacidad de atención de los estudiantes, advirtiendo el aumento de las trampas y que sus instituciones no están adecuadas para preparar a los estudiantes en la era de la IA.

Además, los profesores todavía no han definido lo que debe permitirse hacer y lo que no con la IA, ya que algunos consideran que los estudiantes pueden elaborar un trabajo partiendo de un esquema generado por la IA, pero otra parte asevera que no es la mejor opción.

Los educadores deben pasar las asignaciones por detectores, que a menudo no funcionan correctamente, y las consecuencias son que trabajos hechos con IA pueden ser pasados por alto, mientras que los no realizados de esa forma son marcados erróneamente, obligando a los estudiantes a demostrar que no hicieron uso de la IA para no ser reprobados.

Otro caso citado por el medio fue el de una estudiante de último año de la Universidad Northeastern, en Massachusetts, quien descubrió que su profesor había usado IA para preparar apuntes y diapositivas. La estudiante exigió el reembolso de la matrícula.

Sin embargo, muchos educadores se han pronunciado a favor del uso de la IA por su potencial para ayudar a los estudiantes, pero consideran que las escuelas deben enseñarlos cómo usarla.

La profesora de inglés en la Universidad Estatal de Kennesaw, en Georgia, Jeanne Beatrix, comentó que ChatGPT puede contribuir a que los estudiantes mejoren sus habilidades, siendo un editor en tiempo real al refinar la escritura o acelerando investigaciones para que puedan organizar grandes ideas y no solo recopilar informaciones.

Con información de ÚN