Un trágico suceso tuvo lugar en el barrio 23 de Enero, en el sector Los Haticos, de Maracaibo, cuando un trabajador de la Alcaldía de San Francisco, William Guzmán Morales Borjes, de 48 años, asesinó a su expareja, Mirjana Elena Lugo Dugarte, de 36 años, en el día en que su hijo menor cumplía cuatro años, para luego suicidarse.
Lugo y Morales estaban separados desde hace dos semanas y ella lo había denunciado previamente actos de violencia doméstica.
El jueves 19 de septiembre, Morales recibió una notificación de una orden de alejamiento en su contra.
Sin embargo, el viernes, entró violentamente en la casa de sus suegros, donde disparó a Lugo por la espalda frente a su familia.
Según relatos de un familiar, las últimas palabras de Mirjana fueron: “Mami, ahora sí me dio”, antes de caer en los brazos de su madre, informó El Pitazo.
El padre de la víctima, Didimo Lugo, narró que Morales sorprendió a su hija al salir de su casa a las 7:00 a.m. y, tras el ataque, se sentó en la sala, donde el arma no se percutió.
Luego, se retiró al estacionamiento y se quitó la vida con la misma arma, al caer en cuenta sobre la atrocidad que cometió. Durante el ataque, los tres hijos de la pareja, de 11, nueve y cuatro años, se encontraban en uno de los cuartos de la casa.
Mirjana se dirigía esa mañana a una cita en la sede de la Lopna, donde su expareja había hecho una denuncia en su contra por supuestas restricciones para ver a sus hijos.
Su padre desmintió estas acusaciones, afirmando que su hija siempre había estado dispuesta a permitirle ver a los niños.
Mirjana, quien era maestra, no ejercía desde el nacimiento de su último hijo, mientras que Morales trabajaba en una dependencia administrativa de la Alcaldía.
Los cuerpos fueron trasladados por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) para realizar las autopsias correspondientes.
Fuente: VersiónFinal
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