La vuelta a la rutina de entrenamiento después de un período de vacaciones o de descanso puede ser difícil por diversas razones. Aquí te presentamos, los motivos por los que regresar a la rutina te puede costar más de lo normal:
Falta de motivación: Después de disfrutar de días de relajación y desconexión, puede resultar desafiante encontrar la misma motivación para retomar la rutina de ejercicio. La falta de entusiasmo puede hacer que te sientas poco motivado para volver a ejercitarte. Por ello, es muy importante empezar de nuevo con ganas e ilusión, la energía que sientas dentro de ti será determinante para volver a hacer de un hábito tu vida saludable.
Pérdida de condición física: Durante las vacaciones, es posible que hayas reducido la actividad física o incluso la hayas suspendido por completo. Esta disminución en la actividad puede llevar a una pérdida temporal de condición física, lo que hace que el regreso a la rutina sea más difícil y agotador. Desafortunadamente, el cuerpo recuerda muy bien cuando dejamos de hacer deporte, por este motivo siempre recomendamos realizar un descanso activo para siempre mantenerlo en forma.
Cambio en la rutina diaria: Las vacaciones suelen implicar un cambio en la rutina diaria, lo que puede afectar la capacidad de reintegrarse a la rutina de entrenamiento. Tu cuerpo y mente pueden necesitar tiempo para adaptarse nuevamente a un horario y una estructura más regulares. ¡Simplemente dale tiempo y verás cómo se adapta sin problema!
Cambios en los hábitos alimenticios: Durante las vacaciones, es común disfrutar de comidas más indulgentes o fuera de la rutina habitual. Esto puede afectar tus hábitos alimenticios y hacer que te sientas menos en control de tu dieta al volver a la rutina. Además, estos alimentos suelen dar a nuestro cuerpo la sensación de hinchazón, lo que te dificultará en el momento de entrenar.
Fuente: Fit Fiu Fitness
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