En silencio y con dolor, vecinos de la ciudad sueca de Örebro dejaron este miércoles velas y flores en memoria de los 11 muertos y al menos seis heridos en el tiroteo perpetrado en una escuela para adultos en el que también falleció el presunto autor.
Tras el tiroteo de este martes, el peor registrado en la historia reciente de Suecia, los habitantes de Örebro, unos 200 kilómetros al oeste de Estocolmo, expresan su incertidumbre por la masacre perpetrada por un hombre que actuó solo y no tiene vínculos con bandas criminales o grupos terroristas.
Andres, un vecino de 39 años, explica a EFE que aún se desconocen los motivos del ataque, pero que en la escuela Risbergska, donde ocurrió la masacre, estudian inmigrantes que aprenden el sueco, así como adultos sin títulos de Primaria o Secundaria.
Las autoridades no han confirmado la identidad del atacante, pero algunos medios como la televisión pública SVT y los tabloides suecos Aftonbladet y Expressen han publicado una foto del presunto autor, un joven sueco de 35 años llamado Rickard Andersoon, descrito por conocidos como «aislado socialmente».
Andrés, que trabaja en una empresa de reciclaje, afirma que, en su opinión, hay un creciente sentimiento contra los inmigrantes en Suecia y ahora «muchos suecos dicen cosas contra los extranjeros que antes no se atrevían».
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