En las últimas 48 horas, el club de Mar-a-Lago de Donald Trump estuvo repleto de dos tipos de personas: aquellos que buscan un trabajo en la administración entrante del presidente electo, y aquellos que intentan influenciarlo para que contrate a sus elegidos para los puestos más altos.

Miembros de diferentes cuerpos de seguridad o de contratas, voluntarios y vecinos siguen aún sin saber dónde pisan, con un palmo de fango que en algunos sitios aún es más grande porque no deja ver ni la acera ni el final de este drama, en el que ya han muerto más de 200 personas y hay una treintena de desaparecidos.

Sin embargo, la persona que ha dominado la situación y ha ejercido una gran influencia es Elon Musk, según múltiples fuentes. El multimillonario fue visto en el resort de Palm Beach, Florida, casi todos los días desde que Trump ganó las elecciones la semana pasada, cenando con él en el patio algunas noches y pasando el rato con su familia el domingo en el campo de golf.

Musk estuvo presente en la sala cuando varios líderes mundiales llamaron a Trump e intervino en decisiones de personal. El CEO de SpaceX y Tesla incluso ha dejado en claro su preferencia por ciertos roles.

Musk estaba con Trump en Mar-a-Lago cuando el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, lo llamó para felicitarlo al día siguiente de las elecciones, según una fuente informada sobre la llamada. Trump puso la llamada en altavoz y Zelensky agradeció a Musk por su ayuda para proporcionar comunicaciones a Ucrania a través del servicio de Internet Starlink del multimillonario.