Miles de devotos del Doctor José Gregorio Hernández, realizaron este sábado diferentes actos en toda Venezuela para celebrar 160 años de su natalicio. En Isnotú (Trujillo) y en Caracas el fervor, las manifestaciones de fe y las plegarias para que el beato sea santo se hicieron presentes.
La tradicional caminata de peregrinación que se hace desde la ciudad de Valera hasta el santuario de Isnotú, llegó a su edición 25. El recorrido para honrar el beato superó los 10 kilómetros y los feligreses agradecían cada favor favores recibidos mientras acompañaban al Doctor.
En el recorrido se observó a niños, jóvenes, adultos, abuelos, mujeres con bebés en brazos como pago de promesa, tradición, agradecimiento o súplicas al santo trujillano.
“Hoy venimos a celebrar los 160 años del natalicio de nuestro amado beato, ese hombre venezolano y hermano que intercede por cada uno de nosotros. Somos una peregrinación de 90 personas que venimos aquí a pisar la tierra santa que parió a nuestro amado beato y venimos recargados de fe, esperanza y amor para celebrar juntos este natalicio”, manifestó María Gabriela García, representante de la Cofradía Beato José Gregorio Hernández de San Juan de Los Morros, estado Guárico.
Una de las peticiones más escuchadas también fue la de la pronta canonización del trujillano. En mayo de 2024, el Papa Francisco anunció esta semana la pronta canonización del beato venezolano.
“Lo vamos a canonizar”, dice el sumo pontífice, justo cuando el embajador de Venezuela en la Santa Sede, Franklin Mauricio Zeltzer Malpica, le mostraba la imagen del “médico de los pobres”.
Seguidamente, se llevó a cabo la solemne fiesta litúrgica en la plaza José Gregorio Hernández, frente a la iglesia Nuestra Señora del Rosario de Isnotú, la cual fue presidida por el obispo de la Diócesis de Trujillo, monseñor José Trinidad Fernández Angulo.
Durante la homilía, monseñor Fernández resaltó los valores, virtudes y las enseñanzas del laico ejemplar José Gregorio Hernández, sobre todo su confianza en Dios, la caridad en el ejercicio de su profesión como médico y su amor solidario al prójimo.
“Del creyente debe brotar desde su corazón una actitud siempre de bondad, así lo vivió José Gregorio, no hacía alarde de lo que él era sino era la gente que decía que era un hombre de Dios, el santo, el beato, un hombre de Dios. Alguien que decidió ser entre los más pobres el amigo de todos. ¡Que hermoso es saber ser amigo de Dios y amigo de todos por el servicio, por el trabajo que nosotros realizamos en la cotidianidad de nuestra existencia!”, expresó.
“José Gregorio Hernández como beato es para nosotros, para toda Venezuela y para nuestra diócesis de Trujillo una gran bendición”, expresó el obispo de Trujillo, monseñor José Trinidad Fernández
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