Kim Kardashian está de vuelta en París, pero esta vez no para asistir a un gran evento de moda y belleza. En esta ocasión regresó como un testigo importante en el juicio contra los responsables de su asalto en 2016. Sin embargo, su presencia dio mucho de qué hablar en los últimos días, ya que para dar su declaración lució un collar valuado en 1.5 millones de dólares.

Durante la semana de la moda en 2016, Kim fue atacada y fue víctima de robo en el alojamiento donde se encontraba. El robo fue realizado por un grupo de varios hombres que robaron joyas y objetos valuados en aproximadamente 10 millones de dólares. A día de hoy, las autoridades han tomado cartas en el asunto y los ladrones se enfrentan a las consecuencias.

Kim lució una pieza que no solo es importante por su valor económico sino que también por su mensaje oculto. En esta ocasión Kim lució un collar de 52 quilates diseñado por Samer Halimeh, hecho con oro blanco y agregado con nada más y nada menos que 80 diamantes.

Además del collar, Kim vestía una tobillera con diamantes y un anillo que sin duda es muy similar al robado en su alojamiento en 2016. Sin duda alguna el ostentoso atuendo sirve como una crítica a los acontecimientos ocurridos.

Fuente: Vanity