Monseñor Raúl Biord presidió la misa central del Nazareno de San Pablo en la plaza Diego Ibarra, donde cientos de feligreses se reunieron para expresar su fe y devoción. Durante su homilía, Biord destacó que en la Basílica Santa Teresa se realizaron doce eucarísticas a lo largo del día y que, en total, se estima que al menos 70 misas tuvieron lugar en la capital
Biord recordó los 350 años de la consagración del Nazareno de San Pablo en Caracas, enfatizando que la procesión es un momento para pagar promesas por los favores concedidos, cargar el santo y fortalecer el sentido de comunidad. En este año jubilar, la imagen del Nazareno ha recorrido 12 templos de la ciudad.
«Si esto es hoy con el Nazareno, imagínense la fiesta que vamos a hacer el día de la canonización de José Gregorio y la madre Carmen. Vamos a llenar Caracas y Venezuela», dijo.
«Ahora tenemos dos santos venezolanos, un laico, un médico y una religiosa, una mujer. Es un tributo a tantas mamás y abuelitas que transmiten la fe a sus hijos. Es un gran regalo. En nuestros altares podremos tener tanto nuestros santos venezolanos», afirmó Monseñor Biord.
En su mensaje a los presentes, Biord reflexionó sobre el significado de cargar con la cruz. «Hoy miércoles santo es el día más religioso en toda Venezuela. Nuestro pueblo se tiñe de morado mientras miles de fieles vestidos de Nazareno peregrinan por las calles para visitar a Jesús que carga con su cruz rumbo al Calvario». La procesión es un momento para rezar, cumplir promesas y encontrarse como comunidad.
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