Por algo la llaman el “vital elemento”. El 60% de nuestro peso está compuesto por agua, lo que quiere decir que en promedio circulan entre 40 a 50 litros por nuestro cuerpo. Y cumple múltiples funciones: contribuye a regular temperatura, favorece la circulación sanguínea, participa en las reacciones químicas del organismo, transporta sustancias, lubrica estructuras, brinda turgencia y flexibilidad a tejidos, entre muchas otras
Sin embargo existen beneficios que todos deben conocer, según explica el Dr. Alejandro Guerra, Médico Internista de Clínica Ciudad del Mar.”Preserva la función de los riñones: Beber abundante agua permite a los riñones decidir correctamente cuánto líquido retener y cuánto eliminar, cuidando su funcionamiento; también ayuda a eliminar los desechos metabólicos que a diario producimos y previene la precipitación de las partículas que provocan cálculos (“piedras”) en los riñones”.
Además, el agua asegura la elasticidad y turgencia de la piel, manteniéndola humectada y suave. El agua es la base del sudor, fundamental para poder perder el exceso de calor del cuerpo a través de la piel; dado que el agua transporta mejor el calor que el aire, la piel perderá mejor el calor si se cubre de agua.
Y si se trata de kilos de más, el especialista afirma que beber abundante agua durante el día distiende el estómago, contribuyendo a la sensación de saciedad. Al contrario, quien siente sed por no ingerir agua puede tener un estímulo para comer junto al líquido que beberá.
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