La Madre Carmen Rendiles Martínez, beata venezolana, es un ejemplo de constancia y fe. A pesar de haber nacido sin el brazo izquierdo, dedicó su vida al servicio de Dios y a la educación, fundando la Congregación Siervas de Jesús en Venezuela.

Su vida es un testimonio de superación y entrega. Además, su discapacidad no fue un impedimento para ayudar al prójimo, su liderazgo permitió la expansión de su congregación en el país.

El proceso de canonización de la Madre Carmen Rendiles se inició en 1995. En 2018, fue beatificada tras la aprobación de un milagro atribuido a su intercesión: la curación del brazo de la doctora Trinette Durán de Branger.

Recientemente, el Vaticano aprobó un segundo milagro atribuido a la Madre Carmen, lo que allana el camino para su canonización. Se espera que la ceremonia de canonización se celebre junto con la del doctor José Gregorio Hernández.

La vida de la Madre Carmen Rendiles es un ejemplo de cómo la fe y la determinación pueden superar cualquier obstáculo. Su legado perdura en su congregación y en las instituciones educativas que fundó.