Este jueves el presidente de la República, Nicolás Maduro, lideró la Gran Marcha de la Clase Trabajadora, en la que exigió de manera contundente la liberación de la niña Maikelys Espinoza y 252 connacionales secuestrados en El Salvador por el Gobierno de Estados Unidos.

A diferencia de años anteriores en los que las concentraciones tenían como fondo la celebración de los anuncios hechos por el Gobierno en materia de salario integral, en esta oportunidad el tema migratorio cobró relevancia y el pueblo que mayoritariamente respalda la gestión de Maduro sumó su voz a la situación de quienes se fueron a otros países, como Estados Unidos, y ahora sufren la que es calificada como “la pesadilla americana”, producto de las políticas migratorias de Donald Trump y su nuevo gobierno.