Temerosos y en una suerte de limbo, cientos de migrantes, entre ellos venezolanos, varados en la ciudad mexicana de Tapachula (Chiapas, sur) esperan continuar su viaje a Estados Unidos a menos de una semana de que Donald Trump vuelva a la Casa Blanca.
Varios ya tienen cita para solicitar asilo en Estados Unidos, pero requieren un permiso para transitar por México hacia la frontera norte, un trámite que deben realizar en las atestadas oficinas migratorias de Tapachula (fronteriza con Guatemala).
Se trata de una carrera contrarreloj, pues Trump promete eliminar la aplicación móvil CBP One mediante la cual se piden las citas. Para el futuro mandatario, esa herramienta alienta el tráfico de migrantes hacia su país.
La venezolana Dayana Hernández tiene cita para el 29 de enero, nueve días después de que Trump retome el poder.
“Nos preocupa totalmente porque se dicen tantas cosas, y para nadie es un secreto que cuando Donald Trump dice esas cosas las cumple”, comenta a AFP la mujer de 36 años que espera el salvoconducto de las autoridades mexicanas para evitar ser deportada.
Trump asumirá el próximo lunes para un periodo de cuatro años con la promesa de detener la “invasión” de migrantes y emplear al ejército para realizar la deportación de personas en situación irregular más grande de la historia de Estados Unidos.
Hernández le suplica al magnate republicano que mantenga la posibilidad que tiene ahora de llegar como asilada a Estados Unidos. “Que por favor nos deje avanzar, que así como hay personas malas, hay personas buenas que queremos trabajar”, dice.
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