No es secreto que en los últimos años y desde el 2009 con la creación de las plataformas de transporte on demand que se sirven de la tecnología y los aplicativos móviles, estas se hayan convertido en una increíble solución para traslados y envíos de punto a punto, así como un generador de empleos y entrada alternativa de ingresos para muchas familias.

Sin embargo a medida que crece la oferta de aplicativos vemos un número cada vez más grande de afiliados u operadores que no necesariamente cumplen las expectativas y demandas tanto de las distintas plataformas como de los usuarios.

Generalmente las quejas habituales a este tipo de servicio van estrechamente relacionadas con la condición técnica, estética y de confort de los vehículos, así como los relacionados con la apariencia y trato de los operarios que en algunos casos levantan sospechas y desconfianza que van en detrimento del servicio. Esto da pie a que en muchos casos las empresas o ejecutivos asuman con cierta renuencia el uso de dichas plataformas como solución de traslados o logísticas especiales asociadas al trabajo.