La audiencia para revisar la sentencia de Erik y Lyle Menéndez ha sido programada para el 11 de diciembre, cuando un juez decidirá si tendrán la oportunidad de ser liberados después de pasar 34 años tras las rejas por haber asesinado a sus padres en 1989 en su hogar en Beverly Hills.
La fecha fue fijada el miércoles por el juez de la Corte Superior del condado de Los Ángeles, Michael Jesic, luego de que los fiscales presentaran una recomendación para la nueva sentencia de los hermanos la semana pasada. Después de un juicio inicial en el que el jurado no alcanzó un veredicto unánime para ninguno de los dos hermanos, fueron condenados por el parricidio de Kitty y Jose Menéndez, y sentenciados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Los abogados de Erik y Lyle Menéndez nunca negaron que los hermanos mataron a sus padres, pero argumentaron que actuaron en defensa propia después de años de abuso emocional y sexual por parte de su padre. Gran parte de la evidencia relacionada con el abuso fue excluida en su segundo juicio.
El fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón, dijo que la fiscalía recomendaría que a los hermanos se les diera una sentencia de entre 50 años y cadena perpetua, lo cual les permitiría optar a la libertad condicional ya que tenían menos de 26 años cuando se cometió el crimen.
Si el juez aprueba la nueva sentencia, los hermanos aún necesitarían que una junta estatal de libertad condicional conceda su liberación. Posteriormente, el gobernador de California, Gavin Newsom, deberá ratificar la decisión en un plazo de 150 días.
Leave A Comment