A sus 90 años, Sofía Loren ha hecho algo que a muchas figuras públicas aún les cuesta que es mostrarse tal como son. Sofía Constanza Brigida Villone Scicolonen se retrató sin su icónico cabello peinado al detalle y sin maquillajes elaborados como se acostumbraba ver.

Las fotos publicadas recientemente generaron un fuerte impacto y no por escándalo, sino por humanidad, en un mundo donde envejecer sigue siendo un tabú, Loren decidió dejar de esconder el paso del tiempo y se presentó sin filtros, dejando ver arrugas, expresión serena y una sencillez conmovedora.

Este gesto no es menor: durante décadas, figuras como Greta Garbo se retiraban del ojo público para que el mundo no las viera envejecer. Porque en aquellos tiempos, la vejez era sinónimo de desaparición.

Sin embargo , el periodista Mario Massaccesi, quién compartió el momento en su perfil de Instagram, explicaba que, otras divas como Jane Fonda, Mirtha Legrand y Pamela Anderson también desafían el mandato de la juventud eterna, cada una a su manera.

Pero lo de Sofía tiene algo diferente. No busca reivindicar belleza en la edad, ni provocar. Se trata de una entrega íntima, amorosa, casi poética que es el dejar de estar solo para el público, y empezar a ser con dignidad para sí misma.

Lo que vemos no es la decadencia de una estrella, sino la evolución de una mujer que se atrevió a mostrarse sin miedo y así, lejos de apagarse, Sofía Loren vuelve a brillar. Porque mostrarse real, en un mundo de máscaras, es el acto más vivo que hay.

Fuente: 2001