El presidente Donald Trump reiteró el domingo por la noche una ambición extraordinaria que él y miembros de su Gobierno han expresado de vez en cuando durante su reciente segundo mandato: algún día, los estadounidenses no tendrán que pagar más impuestos sobre la renta, y todo gracias a las tarifas de Trump

“Vamos a hacer mucho dinero y vamos a reducir los impuestos para la gente de este país”, dijo Trump antes de abordar el Air Force One para su regreso del funeral del papa Francisco en Roma. “Tomará un poco de tiempo antes de que eso ocurra, pero vamos a reducir los impuestos y es posible que hagamos una reducción total de impuestos, porque creo que las tarifas serán suficientes para eliminar todos los impuestos sobre la renta.”

A nadie le gusta pagar impuestos sobre la renta. Pero cualquier plan para reemplazarlos con tarifas como fuente de ingresos para el gobierno estaría plagado de problemas.

Para empezar, las tarifas tendrían que ser extremadamente altas, significativamente más altas que los niveles históricos que el Gobierno de Trump ya ha establecido hoy en día.

El gobierno federal recauda alrededor de US$ 3 billones al año por concepto de impuestos sobre la renta. Además, Estados Unidos importa alrededor de US$ 3 billones en bienes cada año. Esto significa que las tarifas tendrían que ser al menos del 100 % sobre todos los bienes importados para que puedan reemplazar los impuestos sobre la renta, según explicó Torsten Slok, economista jefe de Apollo Global Management, en una nota dirigida a los inversionistas.

Actualmente, la tasa efectiva de tarifas en Estados Unidos es del 22.8 %, según Fitch Ratings. Por lo tanto, para reemplazar los impuestos sobre la renta, las tarifas tendrían que ser más de cuatro veces mayores de lo que son ahora y la nueva tasa de tarifas de América ya es, con diferencia, la más alta de cualquier país desarrollado, lo que ha amenazado con sumergir a Estados Unidos y a la economía global en una recesión.