Mientras Paul Walczak esperaba sentencia a principios de año, su mayor esperanza de evitar ir a prisión recaía en el presidente recién investido.

Walczak, exejecutivo de una residencia para la tercera edad que se había declarado culpable de delitos fiscales días después de las elecciones de 2024, presentó una solicitud de indulto al presidente Donald Trump alrededor del día de la toma de posesión. La solicitud no se centraba únicamente en los delitos de Walczak, sino también en la actividad política de su madre, Elizabeth Fago.

Fago había recaudado millones de dólares para las campañas de Trump y de otros republicanos, decía la solicitud. También destacaba sus conexiones con un intento de sabotear la campaña de 2020 del expresidente Joseph Biden al hacer público el diario de adicciones de su hija Ashley Biden, un episodio que atrajo el escrutinio de las fuerzas del orden.