En medio del escándalo internacional por la trágica muerte del cantante británico Liam Payne en Buenos Aires, Braian Paz, el único detenido en la causa, habló por primera vez desde la cárcel y reclamó su inocencia.

En una entrevista exclusiva con la revista Gente, el joven mozo de Puerto Madero ofreció detalles inéditos sobre sus últimos encuentros con el exintegrante de One Direction y cómo su vida cambió radicalmente tras el hecho.

“Me acusan de algo que no hice. Yo no le vendí nada. Compartimos menos de dos gramos de cocaína que yo ya tenía para consumo personal. No conseguí para él, no conozco a nadie que se la haya vendido. Yo no trafico. Era consumidor, nada más”, aseguró Paz, visiblemente afectado por la situación judicial que atraviesa.

Según su relato, la relación con Payne comenzó de manera casual en el restaurante donde trabajaba. “Se me acercó varias veces, siempre preguntando por el baño. Pero lo que quería era interactuar conmigo. Me pidió mi Instagram delante de su novia la influencer”, recordó. La comunicación, según Braian, se mantuvo por redes sociales y nunca por WhatsApp, como figura en la causa.

En la entrevista, Paz detalló el último encuentro con el músico: “La primera vez fue el 2 de octubre. Estuve una hora y media en su habitación. Me mostró tres temas nuevos que iba a sacar. Me hizo elegir sonidos en la Macbook y remasterizamos un beat. No podía creer estar viviendo un momento así”. Además, relató que Payne le habló de su soledad y le mostró dibujos personales, incluso uno de su hijo.

Sobre las acusaciones de venta de drogas y proxenetismo, Braian fue tajante: “No estaba en desacuerdo, pero no soy dealer ni proxeneta, sólo compartimos un rato”. También negó haber estado presente el día de la muerte del cantante y denunció el trato que recibe en prisión: “Me baño con agua fría. Me quemaron con agua hirviendo. Me pegaron con un bidón. Me quisieron electrocutar por no brindar cigarrillos”.

La causa, que ahora pasó al tribunal número 30, sigue sumando interrogantes. “No tengo antecedentes. No me resistí. Fui a la inspección ocular. No tengo pasaje ni plata para fugarme. Pero no me dan domiciliaria. Vivo rodeado de violencia. Y me acusan de algo que no hice”, lamentó Paz, quien espera una pronta resolución judicial.

Fuente: El Farandi